Los Premios QIA destacan proyectos innovadores de empresas y organizaciones con el objetivo de incrementar su competitividad y la de los países participantes. En el concurso participaron un total de 416 innovaciones de 20 países.

 

La startup valenciana Skroller que reside en Col·lab, la aceleradora pública de triple impacto de Las Naves, se ha proclamado ganadora en la Fase Internacional de los Quality Innovation Awards 2020. En concreto, en la categoría de Innovaciones en Microempresas y Startups.

Los premiados de cada categoría pasaron una estricta metodología de evaluación basada en su valor de novedad, usabilidad, aprendizaje, orientación al cliente y efectividad. Los ganadores fueron elegidos por las Asociaciones de Calidad nacionales participantes mediante un riguroso proceso de votación.

SKROLLER REDUCE EL RIESGO DE ACCIDENTE Y LESIONES

Skroller es un respaldo para patinetes eléctricos que mejora el control, la estabilidad y el confort del usuario reduciendo el riesgo de accidentes y lesiones. Se basa en un pequeño cilindro que contiene una cinta extensible, que una vez abrochada a la cintura, actúa a modo de respaldo. De esta manera, mejora el control, la estabilidad y el confort del usuario reduciendo el riesgo de accidentes y lesiones al activar el cuerpo como centro de equilibrio.

La idea nació en Valencia en octubre de 2018, cuando Sergey Kazakov (analista financiero), David Martí (ingeniero de diseño y desarrollo de producto) y Santiago Mompó (ingeniero industrial) se juntaron para comer y probaron el patinete eléctrico que este último se había comprado.

“Hablando, llegamos a la conclusión que el patinete eléctrico es el único vehículo de dos ruedas que carece de un punto de apoyo más allá de las manos, que a su vez eran también las responsables de mantener el equilibrio, limitando el rango de movimiento y el campo de visión. El primer prototipo, consistía en una cinta elástica que se abrochaba a la cintura. Éste acabó derivando, tras muchas iteraciones, en un pequeño cilindro que contiene una cinta extensible enganchada al mástil del patinete y, una vez abrochada a la cintura, actúa a modo de respaldo”, comenta Sergey Kazakov.

El comité evaluador recalcó en sus informes que “la utilidad de la innovación está clara desde el principio de la candidatura: sujeción cómoda y segura dentro del patinete. Por otro lado, características como tamaño, peso y sistema de liberación instantáneo, hacen de la innovación algo necesario en el mercado”.

IMPACTO SOCIAL, ECÓMICO Y MEDIOAMBIENTAL

Este proyecto emprendedor se decidió a participar en el último proceso de selección de Col·lab, por tratarse de una aceleradora de triple impacto. “Nos encanta participar en un programa que apuesta por proyectos que buscan tener un impacto positivo a nivel social, económico y medioambiental. Gracias a las personas mentoras de Col·lab nos hemos alineado con las directrices del Pacto Mundial de las Naciones Unidas. Asimismo, defendemos firmemente los derechos reivindicados en él”, apostilla.

Actualmente Skroller se encuentra en el inicio de la fase de fabricación. Además, están ultimando los detalles de su nueva tienda oficial que lanzarán a través de su página web en las próximas semanas.

 

La startup Skroller gana el premio internacional Quality Innovation Awards con su respaldo para patinetes eléctricos